Soy la Aldonsina de sus días, la que cuenta cada segundo que está sin él, la que nace y muere del silencio, la que se inquieta al llover.
Soy la Aldonsina de sus noches, la que cobra a versos sus ausencias, la que susurra mil enojos, y le despoja de tristezas.
Soy la Aldonsina de Romero. La que convierte el mar en promesas, la que entre cada caricia y detalle revela todo su cariño, la que entre bailes y lecturas, comparte sin desatino.
Aquella que aun siendo desierto, cohabita en un mar de propuestas. La misma que surgiendo de enigmas, se ha convertido en certeza.
La que de todas sus pasiones, es la más suya, su Aldonsina.
Muchos Saludos Judith!!!
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