Escribo mucho porque prefiero vivir a versos que morir de tanta vida.
Leo en demasía para sustraerme de la realidad que atosiga. De alaridos, trabajo y hastío; de todo lo que mata de a poco, mientras se espera con ello plenitud.
Me invento mundos perfectos al cerrar los ojos, al leer y antes de dormir, imagino caricias que son inciertas, y procuro besos que nunca llegarán.
Luego redacto todo lo que sueño, mientras intento revivir al componerte dos rimas.
Entre líneas te cuento lo que nunca quisiste escuchar, porque sé que lees, a ti te gusta leer, y quizá ahora que me estés leyendo, te percates de que solo así puedo vivir sin ti.
Pues al escribir, sí, al crear entre letras, no encuentro ni un solo instante en que vea próxima la muerte.