No he olvidado a quien ya desde hace tiempo enterró mi amor. Y no sé si nombrarlo cobardía o una vacía obstinación.
No obstante, cada día duele menos, lo que un día dolió hasta los huesos. Cada día quema menos, lo que un día ardió a todo calor, y no sé si llamarle a eso resignación, o simplemente por tu nombre.
.
