Iba a llegar a tu puerto, sin importar la hora que fuera.
Pues todo lo que soñé por días, fue dormir en tu pecho.
Iba a llegar a tu puerto, hice de todo por no coger otro rumbo.
Pues todo lo que anhelo desde el invierno, es el desenlace de tu cuello, tu cicatriz y tus manos.
Iba a llegar a tu puerto, pero todo lo que sé de muelles, lo sé por tus ganas, y hoy son nulas.
