No sé si eres tú o nosotros convertidos en idea, pero hace tiempo que, padezco todas tus ausencias.
No me preguntes qué es, porque entre tu voz y tu sonrisa existe el más grande enigma, en el que he depositado todo mi sentir.
Tu piel morena y afelpada se convirtió en el rincón donde descansa mi existencia, no hay mejor lugar en el mundo para reposar todas mis ideas.
No sé si eres tú o nosotros desafiando lo ordinario, pero hace tiempo que, te espero cada noche. En cada descanso te digo “te quiero”, aunque no puedas escucharme.
Me he apropiado de todos mis instantes, soy dueña de los espacios que antes no llené, pero he decidido compartir contigo, lo afable y perverso que hay en mí.
No sé si eres tú o soy yo advirtiéndote cada instante, pero hace tiempo que, simplemente te amo.