Las letras brotan de tu ser, y la interpretación se sumerge en miles de almas errantes.
Poesía que se vive desde un intelecto prodigio, y rebosa como himno de tantos que embeben en el imaginario, los versos del uruguayo que los emite.
La creatividad que tú tienes, la desean las mentes ingeniosas, los cuerpos ávidos de palabra y perenes de voz. Los ansiosos de ilusiones y los cansados de esperar del oficio de vivir, lo que tú construyes a través del arte y las emociones.
Te palpo y vibro. Desde las inconmensurables ganas de corear lo que tú cantas.
Todo lo que es, de ti para nosotros, y del universo para vos, es el alma que esperó tener la edad del cielo, la noche que se convirtió en deseo, el anhelo que espera al otro lado del río… es amar la trama más que el desenlace, la vida entera.
Y nada es más simple que eso, honrar nuestras emociones, más que a las circunstancias, que nada se pierda, que todo se transforme, en tinta y tiempo… en el plan maestro.
Como haces tú, de lo simple poesía, de lo complejo letras y de todas ellas, historias indelebles. Magia que es ritmo, música y una forma de vida. El eco del eco de todo lo que somos, a través de todo lo que tú eres…
¿Cómo haces, Jorge, para plasmar en «movimiento» la historia de todos , para ser la voz que dicta lo que no comandas, para hacer de «salvapantallas» mi lugar seguro?
Yo no soy de aquí, pero tú tampoco, y aún así, de tus letras un poco, y de mi silencio, esta noche de asilo.
